Tomofobia
“Tomofobia, miedo a las operaciones quirúrgicas”
Sentir ansiedad en los momentos previos a una intervención quirúrgica es una situación común, sin embargo, existe un fenómeno denominado “TOMOFOBIA”, cuyo portador podría terminar evitando la operación y/o llegar a dificultar el proceso. La tomofobia se define como un miedo persistente, anormal e injustificado a las operaciones quirúrgicas.
Si la intervención es de carácter urgente, difícilmente podemos realizar un tratamiento previo, pero en aquellos casos en que la intervención quirúrgica se pueda posponer, se le puede proponer al paciente diferentes alternativas de tratamiento empleados para las “fobias específicas” que van desde la exposición en vivo, exposición encubierta a través de la imaginación, desensibilización sistemática, reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, hipnosis, la programación neurolingüística e incluso la medicación.
La tomofobia es considerada una “Fobia Específica”, según los criterios de clasificación del Manual Diagnóstico de Trastornos mentales (DSM IV). Al igual que otras fobias de esta categoría los principales síntomas son:
- Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional por la presencia de un objeto o situación específica
- La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional.
- La persona reconoce este miedo como excesivo e irracional.
- La situación fóbica se evita o se soporta a costa de una intensa ansiedad o malestar.
- Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales, académicas o sociales, o bien provocan un malestar clínicamente significativo.
Según el nivel de tolerancia que tenga el sujeto a la situación ansiógena, podremos encontrar casos en el que el simple hecho de hablar de la intervención quirúrgica produzca los síntomas anteriormente mencionados, o los sujetos con mayor nivel de control donde son capaces de conversar sobre el tema pero finalmente terminan evitando el momento de la intervención quirúrgica.
Sentir ansiedad en los momentos previos a una intervención quirúrgica es una situación común, sin embargo, existe un fenómeno denominado “TOMOFOBIA”, cuyo portador podría terminar evitando la operación y/o llegar a dificultar el proceso. La tomofobia se define como un miedo persistente, anormal e injustificado a las operaciones quirúrgicas.
Si la intervención es de carácter urgente, difícilmente podemos realizar un tratamiento previo, pero en aquellos casos en que la intervención quirúrgica se pueda posponer, se le puede proponer al paciente diferentes alternativas de tratamiento empleados para las “fobias específicas” que van desde la exposición en vivo, exposición encubierta a través de la imaginación, desensibilización sistemática, reestructuración cognitiva, técnicas de relajación, hipnosis, la programación neurolingüística e incluso la medicación.
La tomofobia es considerada una “Fobia Específica”, según los criterios de clasificación del Manual Diagnóstico de Trastornos mentales (DSM IV). Al igual que otras fobias de esta categoría los principales síntomas son:
- Temor acusado y persistente que es excesivo o irracional por la presencia de un objeto o situación específica
- La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de angustia situacional.
- La persona reconoce este miedo como excesivo e irracional.
- La situación fóbica se evita o se soporta a costa de una intensa ansiedad o malestar.
- Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales, académicas o sociales, o bien provocan un malestar clínicamente significativo.
Según el nivel de tolerancia que tenga el sujeto a la situación ansiógena, podremos encontrar casos en el que el simple hecho de hablar de la intervención quirúrgica produzca los síntomas anteriormente mencionados, o los sujetos con mayor nivel de control donde son capaces de conversar sobre el tema pero finalmente terminan evitando el momento de la intervención quirúrgica.