Pasión
Las pasiones son tendencias intensas e involuntarias que se experimentan pasivamente como si fuéramos arrastradas por ellas salvo cuando intentamos luchar activamente contra las mismas. Las pasiones tienen la misma o mayor intensidad que las emociones y/o sentimientos y una mayor duración dando a la persona que las experimenta la sensación de ser dirigido y gobernado por ellas.
El odio, el amor, la venganza, etc., puede ser pasionales si tienen tal intensidad que escapan al control de la voluntad. El hombre apasionado se abandona a las inclinaciones de su vida afectiva y deja de lado los contenidos racionales de su conducta: <<Impera el corazón sobre la razón>>. Bajo el influjo de las pasiones se pierde libertad ya que la persona puede sentirse obligado a desarrollar conductas que van en contra de la trayectoria vital que se había trazado.
La pasión produce una deformación de las creencias como consecuencia de la cual solo se consideran los aspectos que están de acuerdo con la pasión y se infravaloran o se ignoran los que van en contra de la misma. De este modo se justifican ante uno mismo los comportamientos pasionales.
También se asocian las pasiones a algunos mecanismos psicológicos, como la catatimia o deformación de las percepciones, causada por el estado de ánimo (por ejemplo, cuando se quiere a una persona se la puede ver más guapa de lo que es en realidad). Son frecuentes también los mecanismos psicológicos de proyección que consisten en atribuir a otras personas sentimientos o tendencias propias que esas personas no poseen (por ejemplo, un enamorado puede considerar como gestos o pruebas de amor en la persona querida lo que solamente son comportamientos comunes sin que tengan ese significado concreto).