LA AVENTURA DE SER Padres II
Para disfrutar de las actividades y tiempo con nuestros hijos es importante confiar en uno mismo y aprender a pensar en todas las cosas positivas que te rodean, que son muchas.
Te damos algunos consejos:
- Diviértete mientras juegas con tu hijo y evita pensar en las obligaciones o en las cosas pendientes durante el juego. Hazle sentir que estás sólo por y para él.
- La felicidad de tus hijos dependen del cuidado y amor que les proporciones.
- Si quieres que tus hijos muestre respeto por ti y los demás deben observar primero en ti tal valor en tu relación con él y los otros.
- Di o haz cosas de vez en cuando que el niño no espera, esto le saca de la rutina familiar.
- Habla con tus hijos sobre cosas que te interesan aunque ellos parezcan no entender de qué se está hablando, pues así ayudamos a que se sientan más integrados en nuestras vidas.
- Defiende tus ideas con argumentos y confianza, pero no exijas a tus hijos que tengan las mismas opiniones que tú.
- No ridiculices algo que tu hijo se toma muy en serio.
- Valora los triunfos de tus hijos por insignificantes que te resulten.
Enséñales a ser mejores personas comprendiendo que no somos perfectos, así aprenderán que:
- No tienen por qué tener siempre razón y que, aunque estén equivocados, siguen siendo buenas personas.
- Hay que admitir los propios errores ya que es importante para la adaptación a nuestra sociedad.
- No todo lo que desean se les puede conceder puesto que han de aprender a aceptar una negativa para entender el valor de las cosas. En la vida adulta no todo se consigue y desde pequeños han de aceptar que la frustración existe.
- Realiza alguna actividad creativa que tu hijo te vea desempeñar.
- Enséñales que una familia repara los malos sentimientos que se producen entre sus miembros.
- Enséñales la virtud de perdonar a los demás cuando se pierden las formas.
- Enséñales que la disculpa es una forma de reconocer que otra persona es digna de respeto.
- Enséñales a pedir disculpas a sus padres cuando les han ofendido, y a resolver sus remordimientos y su complejo de culpa.
Saber pedir disculpas a los niños cuando se les ha ofendido o tratado mal es el mejor método para mostrarles que son dignos de respeto.