Imaginación
Es la capacidad que tenemos los seres humanos para representar en el pensamiento las imágenes de cosas o hechos reales o ideales. Mediante la percepción somos conscientes del mundo que nos rodea pero también tenemos la capacidad de evocar en nuestro pensamiento esas vivencias aunque ya no tengamos ante nosotros el objeto o escena percibidos. En este proceso juega un papel esencial la memoria o facultad para recordar.
La imaginación nos permite “ver sin ver”, es decir, reproducimos las imágenes de todo cuanto queramos ya sea real o falso sin necesidad del sentido de la vista. En la imaginación hay varios grados de claridad que van desde imágenes borrosas hasta reproducciones nítidas y exactas. Lo más importante de esta facultad mental es el aspecto creativo puesto que podemos imaginar, inventar, resolver, ensayar, etc, sin límite alguno sabiendo que no tiene por qué ser algo real.
Sin imaginación no existiría la expresión artística en cualquiera de sus modalidades (pintura, música, literatura, escultura, y se me ocurre que para el arte de vivir y ser feliz). Tampoco existiría el progreso puesto que no habría inventores ni investigadores. La imagen inventada se crea en la mente y si es factible se elabora en la realidad.
Existen dos tipos de imágenes del pensamiento: - “la imaginación eidética”, que se trata de una facultad desarrollada en los niños y que se pierde con el crecimiento. Consiste en la capacidad de imaginar con toda nitidez y exactitud aunque ya no esté presente en la realidad. No solo se recuerda sino que se ve como si estuviera proyectada en una diapositiva sobre una pared con gran realismo. La imagen eidética es distinta a la alucinación porque la primera es voluntaria y el sujeto la distingue de la realidad mientras que la segunda aparece involuntariamente y confunde a quien la padece porque desconoce si es real o imaginaria.
“La imaginación onírica” tiene lugar cuando soñamos dormidos durante el cual aparentemente perdemos el control voluntario de la capacidad creadora de la mente y digo aparentemente porque es frecuente experimentar un tipo de sueño llamado “sueño lúcido” por medio del cual podemos soñar lo que queramos o dirigir el sueño hacia los derroteros deseados.
La imaginación ejerce una función importante en el plano afectivo y sentimental porque puede provocarnos sentimientos de tristeza o alegría según evoquemos situaciones o imágenes conflictivas o placenteras. Y cuando nos sentimos deprimidos o bajos de ánimo podemos recurrir a la fantasía y la ilusión del ensueño (“soñar despiertos”) para compensar dicho malestar. Sin duda alguna se trata de una de los fenómenos psíquicos más enriquecedores de la esencia humana.