EL Desempleo Y SUS CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS

El trabajo supone la más importante fuente de ingresos para poder mantener un hogar y sacar adelante una familia. Contribuye a nuestro bienestar psicológico y social porque impone una estructura del tiempo, facilita el contacto con personas ajenas al núcleo familiar, otorga estatus social y crea hábitos y rutinas.

Cuando una persona se encuentra en situación de desempleo puede experimentar repercusiones negativas tales como el desamparo económico y otras consecuencias desapercibidas como las emocionales, psicológicas y sociales.

El desempleo forzoso provoca respuestas de ansiedad, tensión, angustia y preocupación, que puede derivar ocasionalmente en una depresión. Afecta a nuestra autoestima e identidad personal porque transcurrido una cierta duración dejamos de ser profesionales y adquirimos la condición de parados, con toda la connotación peyorativa que representa dicho sustantivo.

Si la situación de desempleo se alarga en el tiempo puede sobrevenir la desesperanza o el sentimiento de culpa. También cambia nuestra red de relaciones, si antes teníamos compañeros de trabajo, ahora tenemos compañeros de paro, y las conversaciones se ajustan a esta nueva situación.

Las consecuencias psicológicas son diferentes según la edad de la persona. Los jóvenes prolongan su dependencia de los padres y pueden mostrarse irascibles y rebeldes. Se recluyen en casa viendo durante horas la tele o escuchando música, sienten vergüenza ante la familia y amigos y se culpan por encontrarse en paro. Con el tiempo acaban mostrándose apáticos y resignados y abandonan la búsqueda de trabajo ante los fracasos repetidos.

Los adultos ante un despido pueden experimentan incredulidad, sentirse sorprendidos por la noticia, desorientados y con miedo al futuro. Si con el tiempo no encuentran trabajo, pueden sentir ansiedad e irritabilidad pudiendo somatisarse a través de distintas dolencias físicas. Una vez reconocida su identidad de desempleados, la viven como un fracaso personal y social, sensación de vacío y tienden a quedarse en casa o duermen más horas de lo habitual.